En el Bautismo Dios infunde en el alma, sin ningún mérito nuestro, las virtudes, que son disposiciones habituales y firmes para hacer el bien. Las virtudes infusas son teologales y morales. Las teologales tienen como objeto a Dios; las morales tienen como objeto los actos humanos buenos. Las teologales son tres: fe, esperanza y caridad. Las morales, que se llaman también virtudes humanas o cardinales, son cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Cuenta también el cristiano con los dones del Espíritu Santo, que facilitan el ejercicio más perfecto de las virtudes. Con relación a la virtud teologal de la caridad, o sea, del amor, hay que tener en cuenta que el amor a Dios y el amor al prójimo son una misma y sola cosa de modo que uno depende del otro; por esto, tanto podremos amar al prójimo cuanto amemos a Dios; y, a la vez, tanto amaremos al Dios cuanto de verdad amemos al prójimo. En esta charla Padre Ozzy nos explica a profundidad y detalle estos puntos explicados anteriormente. Por otro lado, te queremos recordar que te suscribas a este canal, le des un “Me Gusta” a este vídeo y lo compartas con tus familiares y amigos para continuar la Evangelización, siendo esta nuestra misión como cristianos.